Egoísmo en un amante que se despide
en un atardecer de un fin de primavera
el recuerdo o nostalgia de la vida pasajera
el consuelo de un presente nuevo
Y entonces al atardecer se cambiara
se transformaran los amantes en eternos desconocidos
donde la sensación de sus vidas permanece como un secreto
y termina... en una mirada con un llanto cortado
Pero en ella, al caer la luna, los suspiros los llevaran a las estrellas
tomaran una para quien y se irían a buscar otras distancias
y a un sonido de una balada sencilla
unas cuerdas de guitarra o ecos de un piano, suspiraran
Calmaran sus miedos, sus pasiones en caricias ajenas
y se recordaran en brazos de otros
solo sonrieran y murmuran sus nombres
amantes que se aman y se marchan...
Será el tiempo y la soledad
el destino y el anhelo
donde aquellos peregrinos de caricias
terminen sus consuelos
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